
El Hada de los Sueños



Érase una vez una niña llamada Laura, a quien le encantaba soñar e imaginar cosas mágicas. Tenía un gran corazón y creía que la magia estaba presente en todos lados.
Un día, mientras Laura caminaba por el bosque, encontró un hada pequeñita con alas brillantes. Era el Hada de los Sueños, una criatura mágica que cumplía los deseos más profundos de los niños.
El Hada de los Sueños voló hasta Laura y dijo: "¡Hola, pequeña soñadora! Soy el Hada de los Sueños y estoy aquí para realizar tus deseos más increíbles!".
Laura se quedó encantada y le dijo al hada: "¡Me gustaría volar como un pájaro y explorar el cielo!". Con un toque de su varita mágica, el Hada de los Sueños concedió el deseo de Laura.
Laura sintió que sus piernas se levantaban del suelo y, de repente, estaba volando por los cielos, sintiendo el viento fresco en su rostro y observando la belleza del mundo desde arriba.
Luego, Laura le dijo al hada: "¡Me encantaría nadar en el fondo del océano y conocer criaturas marinas!". Una vez más, el Hada de los Sueños usó su magia y Laura se vio sumergida en las aguas cristalinas.
Nadó junto a peces de colores, jugó con delfines y encontró a una sirena amigable. Laura se sintió como una verdadera exploradora de los mares.
Después de muchas aventuras, Laura agradeció al Hada de los Sueños por cumplir sus deseos más queridos. Ella le dijo al hada: "¡Me encantaría compartir la magia y la alegría con mis amigos!".
Con una sonrisa, el Hada de los Sueños estuvo de acuerdo. Esparció su magia por toda la ciudad, permitiendo que los niños vieran el mundo con ojos llenos de encanto e imaginación.
A partir de ese día, Laura y sus amigos descubrieron la belleza de la magia en cada momento. Creían en los sueños y mantenían viva la llama de la imaginación en sus corazones.