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Tobi, el Perrito Bailarín

Tobi, el Perrito Bailarín

categoryLargos
personDesconhecido
calendar_today01/01/2020
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Tobi era un perrito travieso que siempre estaba animado. Le encantaba escuchar música y acompañar a su dueño, Carlos, que tocaba la guitarra todas las tardes en el patio. Siempre que Carlos tocaba una melodía alegre, Tobi movía la cola y golpeaba sus patas en el suelo, tratando de seguir el ritmo. Pero, cada vez que intentaba bailar, acababa tropezando o cayendo sentado. Aun así, nunca perdía el entusiasmo.

Un día, mientras jugaba en el patio, Tobi conoció a Mel, la gata de la vecina. Mel era conocida por su elegancia y habilidad como bailarina. Solía dar pequeños espectáculos para los pájaros y otros animales del vecindario. Curioso, Tobi le pidió: “Mel, ¿puedes enseñarme a bailar? ¡Siempre tropiezo y nunca puedo seguir la música!”

Mel, con su forma calmada, sonrió y respondió: “Claro, Tobi. Pero bailar requiere práctica y paciencia. ¿Estás dispuesto a intentarlo?” Tobi movió la cola, emocionado.

Los dos comenzaron a entrenar en el patio de Tobi. Mel enseñó los pasos básicos, como girar suavemente y golpear las patas al ritmo correcto. Al principio, Tobi tropezaba con sus propias patas y derribaba todo a su alrededor, pero Mel siempre lo animaba: “¡Lo estás haciendo muy bien! Solo sigue practicando.”

Después de unos días, otros animales comenzaron a aparecer para ver los entrenamientos. El gorrión Chiquinho, el conejo Lelé e incluso la tortuga Juju quedaron impresionados con la determinación de Tobi. Aplaudían cada movimiento que acertaba, lo que daba aún más valor al perrito.

Finalmente, llegó el día del Festival de Talentos de los Animalitos. Tobi estaba nervioso, pero Mel lo tranquilizó: “Recuerda, Tobi, lo importante es divertirse. Estaré a tu lado.” Cuando subieron al escenario improvisado en el parque, la música comenzó a sonar, y Tobi, por primera vez, bailó sin tropezar. Giró, golpeó las patas al ritmo e incluso hizo un salto al final, arrancando aplausos y gritos de todos los presentes.

Después de la presentación, Tobi estaba radiante. Se dio cuenta de que, con esfuerzo, paciencia y el apoyo de amigos, podía rar cualquier sueño. Y, desde ese día, Tobi y Mel continuaron bailando juntos, encantando a todos a su alrededor con sus actuaciones llenas de alegría.